Europa y el Green Deal

Juergen Braunstein, Fellow en el Belfer Center for Science and International Affairs de la HKS (Harvard Kennedy School), y Álvaro Renedo Zalba, Fellow Rafael del Pino-MAEC en el Belfer Center for Science and International Affairs de la HKS, en el marco del Project on Europe and the Transatlantic Relationship, dialogan sobre el eslabón perdido en el Acuerdo Verde  Europeo Post-Covid-19.

Braunstein y Renedo coinciden que casi nada será igual después de la pandemia Covid-19, y el Acuerdo Verde Europeo—estrategia de crecimiento sostenible de la UE— no será una excepción.

La pandemia ha causado dos crisis gemelas: una crisis de salud pública, con un número desgarrador de muertes y el mayor desafío para los sistemas de salud de nuestra vida; y una crisis económica mundial, con un desempleo vertiginoso, aumentos de la deuda pública y una profunda recesión. Todo ello requerirá inversiones y capital sin precedentes, así como estrategias de salida coordinadas. Durante una reunión virtual del G-20 el pasado mes de marzo, los países miembros prometieron hasta 5 billones de dólares para estimular la recuperación económica.

En los próximos meses, las decisiones adoptadas en relación con las estrategias de salida y los paquetes de estímulo se materializarán en beneficios económicos y climáticos, o en costes, en los años venideros. El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, en la reunión del G-20 del pasado mes de marzo, solicitó a sus miembros un plan de guerra coordinado y solidario contra al coronavirus. Su declaración sugiere que el cambio climático seguirá siendo un gran desafío después de la pandemia de Covid-19. En la misma línea de pensamiento, figuras públicas como el ex presidente de Irlanda y los dirigentes de la Agencia Internacional de la Energía, han destacado la importancia de “ecologizar” los paquetes de estímulo.

File:European Council (38185339475).jpgEl Consejo Europeo ha pedido un plan unificado de recuperación económica Covid-19 que incluya las ambiciones de la política climática de la UE. En el año 2000, la UE puso en marcha el Programa Europeo sobre el Cambio Climático con el objetivo de aplicar los compromisos de Europa en el marco del Protocolo de Kyoto. Cinco años más tarde, estableció el primer y mayor mercado regulado de carbono del mundo. En 2007, estableció un triple objetivo, que más tarde se convirtió en ley: una reducción del 20 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (con respecto a los niveles de 1990), un aumento del 20 por ciento de la energía procedente de fuentes renovables y una mejora del 20 por ciento de la eficiencia energética (el Marco 20-20-20, en lenguaje común). La UE fue un negociador central del Acuerdo de París y sigue siendo la principal fuerza para los compromisos de reducción de CO2 en el marco de la COP de de la ONU.

La Comisión Europea —bajo el liderazgo de la presidenta Ursula von der Leyen— ha declarado que para tener un impacto en los niveles de temperatura global, la UE necesita exportar sus políticas climáticas más allá de sus fronteras.

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“La Fundación Rafael del Pino no se hace responsable de los comentarios, opiniones o manifestaciones realizados por las personas que participan en sus actividades y que son expresadas como resultado de su derecho inalienable a la libertad de expresión y bajo su entera responsabilidad. Los contenidos incluidos en el presente resumen, realizado por Juergen Braunstein y Álvaro Renedo Zalba, se enmarcan en el Project on Europe and the Transatlantic Relationship y son responsabilidad de sus autores.”
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