El impacto económico del COVID-19

Hace sólo dos semanas que empezaron a tomarse las primeras medidas en España para hacer frente al COVID-19, lo que dificulta la previsión de sus efectos económicos, con un mínimo nivel de certidumbre y precisión. La duración del periodo de confinamiento, la intensidad con la que el virus afectará a la población y a la economía, la gradualidad en el levantamiento de las restricciones a la movilidad de las personas y en la apertura de establecimientos comerciales y otras empresas, la probabilidad de un rebrote en el otoño e invierno próximo que pueda originar una segunda ola de contagios, el tiempo que tarde en aparecer una vacuna, la efectividad de las políticas adoptadas para luchar contra esta crisis sanitaria y económica, y las nuevas medidas que puedan aprobarse próximamente, tanto en España como en el marco de las instituciones europeas, son todos ellos factores que entrañan una incertidumbre muy elevada como para realizar cualquier ejercicio de previsión con un mínimo de precisión. A esto hay que añadir que, para una pequeña economía abierta como España, no sólo afectan esos elementos de incertidumbre en su dimensión doméstica, sino también los asociados a la recuperación de nuestros socios comerciales y las restricciones para viajar de las decenas de millones de turistas extranjeros que anualmente disfrutan de sus vacaciones en nuestro país.

Gráfico 1 Extrapolación con una función logística del número de contagiados registrados

En este Observatorio, José E. Boscá, Rafael Doménech y Javier Ferri, se centran en realizar una primera aproximación al impacto macroeconómico en España causado por la epidemia COVID-19. En lugar de ofrecer previsiones de crecimiento, nuestro enfoque consiste en realizar simulaciones condicionadas a un conjunto de supuestos, sobre los que seremos muy transparentes. Estas simulaciones se obtienen a partir de la última versión del modelo de equilibrio general dinámico y estocástico EREMS (véase Boscá et al, 2018). El enfoque de simulación con EREMS es similar al utilizado en otras investigaciones recientes que han empezado a evaluar los efectos de esta crisis (por ejemplo, Eichenbaum, Rebelo y Trabandtz, 2020, o Faria e Castro, 2020). El funcionamiento de este modelo está determinado por un conjunto de ecuaciones, variables y parámetros que describen el funcionamiento agregado de la economía española. La mayor parte de estas variables son endógenas en el modelo. Cuando la economía recibe perturbaciones, como las originadas por el coronavirus, la respuesta de estas variables endógenas ofrece una imagen de la dinámica de los principales agregados macroeconómicos que suceden a estas perturbaciones.

Como veremos a continuación, los supuestos en los que se basan nuestras simulaciones del impacto de la crisis están basadas en el principio de prudencia, por lo que pueden considerarse relativamente optimistas. En cualquier caso, como elemento de comparación, también se ofrecen, al final del documento, los resultados de otro escenario menos optimista, pero relativamente verosímil. Sólo a medida que se empiecen a conocer en las próximas semanas y meses datos en tiempo real sobre la evolución del empleo y de la actividad estaremos en condiciones de evaluar en qué medida esa información disponible permite discriminar unos escenarios frente a otros.

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“La Fundación Rafael del Pino no se hace responsable de los comentarios, opiniones o manifestaciones realizados por las personas que participan en sus actividades y que son expresadas como resultado de su derecho inalienable a la libertad de expresión y bajo su entera responsabilidad. Los contenidos incluidos en el presente docuemnto, realizado para la Fundación Rafael del Pino por José E. Boscá, Rafael Doménech y Javier Ferri son resultado de su investigación y son responsabilidad de sus autores.”
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